El sol es uno de los ingredientes infaltables de esta región. Gracias a su calor se elabora el charqui, base de este guiso con harina de maíz capia.
De carne sustanciosa y con personalidad, el surubí es uno de los pescados de río protagonista de la mesa del NEA. Se lo aprecia en diferentes preparaciones y por ejemplo con la rúcula y su sabor intenso queda genial.
En medio de una viña la sorpresa llega al comensal cuando de un gran paquete de masa, cocido en horno de barro, asoma esta carne tierna, especiada y jugosa. Se acompaña con pimientos asados a las brasas y por supuesto, una copa de buen vino.
La carne vacuna no puede estar ausente del menú cordobés. La costeleta en su punto aparece tanto en el asado familiar como en un restaurante. La salsa criolla es uno de los clásicos para acompañarla.
El famoso cordero patagónico se luce en este plato, braseado en cuba de hierro, con el calor y el sabor que le provee la leña del horno de barro.
De todos los pescados que se sirven en esta zona, el más popular es la merluza, preparada a la romana, rebozado con harina y huevos. Es una minuta que suele traer como guarnición puré o papas fritas. Como el pescado debe quedar dorado por fuera y blanquísimo por dentro.
Se sostiene que en las mesas nativas todo el año es Navidad y el pan dulce artesanal es su estrella. En la provincia hasta tiene su fiesta, con epicentro en La Plata.
“Este libro, que es un gran mapa de sabores de regiones argentinas a visitar, es rico y variado.”
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